ACEITE DE CANNABIS CON CBD
Cannabis 100 % natural. Vida al 100 % - Aproveche la increíble potencia de una de las plantas cultivadas más antiguas para mejorar su salud
"Saco un papelillo, me preparo un cigarrillo y una china pal canuto de hachís". ¿Se acuerda? Este ha sido el grito de guerra de varias generaciones. Hoy en día este embriagador producto vegetal está extendido por todo el mundo, y entretanto sus ingredientes también están encontrando su lugar como medicamentos de alta eficacia.
Pero, ¿qué es el hachís en realidad? El nombre "hachís" proviene del árabe y significa "hierba". Sin embargo, el hachís y la hierba no son lo mismo. Mientras que el hachís es la resina de la planta hembra del cannabis, se denomina "hierba" a las flores secas y sin procesar de la planta hembra del cannabis. El efecto psicoactivo (intoxicante) debido a su contenido en THC es más intenso en el caso del hachís que en el de la hierba.
En cuanto al THC: el delta-9-tetrahidrocannabinol (THC) es el denominado "cannabinoide" que se encuentra con mayor frecuencia en la planta del cannabis. Es importante saber al respecto que la planta del cannabis en principio contiene más de 480 principios activos conocidos. Aproximadamente 80 de estos principios activos se encuentran exclusivamente en el cannabis y por eso se denominan "cannabinoides". Estos interactúan con los más diversos receptores del cuerpo humano y por eso motivan o influyen en numerosos procesos, en especial en el cerebro y el sistema nervioso.
El segundo cannabinoide que aparece con mayor frecuencia en la planta del cannabis es el CBD (cannabidiol). A diferencia del THC, el CBD está clasificado sin embargo como sustancia no psicoactiva. Y es que el CBD también puede tener efectos positivos sobre el estado de ánimo y la psique de los usuarios, pero con la ingestión de CBD no se consigue ningún efecto intoxicante. Su mecanismo de acción es totalmente distinto al del THC. Hablamos precisamente de esta sustancia cuando nos referimos a nuestro aceite de cannabis puro con su contenido natural de CBD.
En los últimos años los investigadores se han interesado mucho por el cannabidiol, o por sus siglas CBD, entre otros motivos, debido a su enorme potencial terapéutico. Se sospecha que el CBD se puede emplear positivamente para los más diversos desafíos sanitarios. Dado que el CBD no se considera una sustancia psicoactiva, en Alemania y en la mayor parte de los demás países del mundo es legal adquirir sus respectivos productos, si el CBD se obtiene mediante un proceso de extracción natural y no se supera la cantidad máxima de THC autorizada por la Comisión Europea. Algo similar al caso de la cerveza sin alcohol: en Alemania la cerveza sin alcohol se puede denominar como tal si contiene como máximo un porcentaje de volumen de 0,5 de alcohol. Sin embargo, si un producto con CBD supera la cantidad máxima de THC autorizada por la Comisión Europea, será necesario adquirirlo con receta y en farmacias. Los productos con CBD puros (es decir, sin contenido en THC o con un contenido muy bajo,
de forma que no es necesaria una receta) disfrutan de una creciente popularidad entre millones de personas en todo el mundo. Pero, ¿a qué se debe esto exactamente? ¿Por qué millones de usuarios encantados confían totalmente en este cannabinoide de la mítica planta del cannabis? He aquí la respuesta: esto se debe al sistema endocannabinoide. Vaya, otra vez una palabra rara. Que no cunda el pánico. Vamos a explicarlo. Esa cosa de nombre extraño se encuentra en su cuerpo, por lo que no es algo ajeno. Vamos a examinarlo juntos con mayor detalle, y de repente comprenderá por qué millones de personas confían en el CBD. Además no solo las personas, también los animales.
El prefijo "endo-" es la forma abreviada de "endógeno", cuyo significado es "proveniente del organismo". Y eso exactamente es lo que es: el sistema endocannabinoide es una parte integral del sistema nervioso. El sistema nervioso es algo básico e imprescindible, eso está claro. Con un peso de apenas 2 kg, el sistema nervioso es asombrosamente complejo, ya que está compuesto de unos 100.000 millones de células nerviosas, que son, por así decirlo, el mecanismo de control de todas nuestras funciones. Ningún órgano podría funcionar por sí solo sin el sistema nervioso. Tampoco sería posible recibir estímulos de nuestro entorno. Respiración, digestión, metabolismo, motricidad, latido cardíaco, etcétera, etcétera, todo esto sería casi imposible sin nuestro sistema nervioso.
El propio sistema nervioso, a su vez, funciona mediante los denominados receptores. La palabra "receptor" deriva de la voz latina "recipere", que significa "recibir" o "recoger". Y eso exactamente es lo que es: los receptores son emisores y transmisores que intercambian neurotransmisores (información). Podemos imaginarnos el sistema nervioso como una larga calle por la cual avanza un cartero que va repartiendo cartas en los diversos buzones. Estas cartas contienen la información para el sistema nervioso. Pueden ser cartas (neurotransmisores) buenas o malas y de ese modo determinan nuestro día a día, ya que estas cartas (información) influyen en nuestra sensibilidad al dolor, nuestro sistema inmunitario y en gran cantidad de sentimientos, como la ira, la alegría, el amor, etc.
En total hay cinco tipos distintos de receptores (carteros) que distribuyen el correo en nuestro sistema nervioso, es decir, que resultan decisivos para la entrega de información de vital importancia. Dos de ellos comparten una zona de entrega muy especial dentro del sistema nervioso: el sistema endocannabinoide. Aquí los carteros responden a estos nombres: receptor cannabinoide CB1 y receptor cannabinoide CB2. ¿Ha visto? ¡Receptor cannabinoide! Un nombre interesante, ¿no? Se denominan así porque se ven influidos por el cannabidiol. De eso vamos a hablar ahora.
Para explicarlo de forma sencilla, dentro del sistema endocannabinoide los receptores cannabinoides CB1 se encargan a su vez de la interconexión de nuestro sistema nervioso, la motricidad, el control del apetito, la disminución del miedo y la capacidad intelectual, pero también, por ejemplo, de la regulación de nuestra sensibilidad al dolor. Estos son solo algunos de los factores que están efectivamente controlados por los receptores CB1.
Estos receptores se encuentran principalmente en el cerebelo, en las células nerviosas y también en el intestino. Debido a su ubicación en las células nerviosas, en la actualidad se está investigando en qué medida se pueden aprovechar los receptores CB1 para el tratamiento de diferentes lesiones nerviosas y enfermedades neurodegenerativas, como las enfermedades de Parkinson y de Alzheimer.
En cambio, los receptores CB2 se encuentran fundamentalmente en las células inmunitarias y su función principal es controlar nuestro sistema inmunológico. En consecuencia, ambos
receptores son componentes vitales para las personas y nuestro complejo sistema nervioso. Y ahora viene lo verdaderamente interesante, que ya hemos dejado entrever, atención: se puede influir en el sistema endocannabinoide mediante sustancias químicas y también vegetales. Es muy emocionante, ¿verdad? Ahora intente adivinar qué sustancia es capaz de influir en el sistema endocannabinoide. ¡Exacto! El CBD. Para el CBD esta parte del sistema nervioso es como si dijésemos la pista de aterrizaje. Desde aquí, este valioso principio activo del cannabidiol desarrolla sus efectos en todo el organismo humano. El CBD estimula de manera positiva los neurotransmisores de ambos receptores, CB1 y CB2. Esto resulta beneficioso, ya que los síntomas de deficiencia de neurotransmisores en nuestro sistema nervioso pueden tener un impacto negativo en nuestra salud, lo que en el peor de los casos y en definitiva incluso puede ocasionar diversas enfermedades. En este caso nos referimos a efectos negativos para la salud tanto físicos como psíquicos.
Resulta fácil imaginar que, en caso de sufrir un problema de salud y la necesaria lucha del organismo contra este, estos dos receptores no emiten los suficientes neurotransmisores, lo que para nuestro cuerpo supone un desafío contra esta amenaza del problema de salud. El CBD ayuda a estos receptores a enviar con normalidad las señales (neurotransmisores) necesarias para ello. No es más que esto. No obstante, los efectos son comparables casi a un pequeño milagro.
Este milagro es comprensible si se es consciente de que el sistema endocannabinoide está presente en casi todos los órganos y tejidos del cuerpo. Ya se trate del sistema cardiovascular, el tracto gastrointestinal, el hígado, el sistema inmunológico, los órganos reproductores, los huesos, la musculatura, los pulmones, las glándulas hormonales, los ojos o la piel.
De este modo, por ejemplo, casi todas las funciones gastrointestinales se regulan con los endocannabinoides. La activación de los receptores CB1 estimula los movimientos intestinales, reprime la secreción de ácidos y de líquido, y provoca una expansión de los vasos sanguíneos que abastecen al intestino. La activación de los receptores CB1 en las células hormonales del intestino activa unas sustancias que señalizan el hambre. La activación del receptor CB2 puede normalizar la motilidad intestinal en caso de problemas de salud intestinal. El sistema endocannabinoide constituye también un sistema importante para mantener una salud gástrica normal.
El sistema endocannabinoide desempeña una función crucial también a la hora de regular los procesos biológicos de la piel, el mayor órgano del cuerpo humano. Muchas áreas de la piel, como los folículos pilosos en los que crece el pelo, las glándulas sebáceas, las glándulas sudoríparas y las propias células cutáneas producen endocannabinoides. En la mayor parte de los tipos de células cutáneas se han detectado también receptores CB1 y CB2.
Algunos estudios han demostrado que los cannabinoides inhiben la propagación de los queratinocitos hiperactivos, lo cual podría resultar muy útil para mantener una piel sana y normal. Es verdaderamente increíble todo lo que se regula en el cuerpo gracias al sistema endocannabinoide. Igual de increíble resulta lo que millones de personas ya han experimentado con el catalizador CBD. Por motivos legales no podemos mencionarlo aquí, y con toda sinceridad: sencillamente sería demasiado. Pero en Internet se pueden encontrar numerosos estudios y
testimonios de usuarios que con el CBD han podido experimentar cosas realmente increíbles. Merece la pena pararse a consultar los correspondientes buscadores. Solo Google ofrece más de 108.000.000 resultados al introducir el término de búsqueda "CBD".
Nos produce gran orgullo poder ofrecerle el potente aceite de cannabis con una proporción natural de CBD. Y además en su forma más pura. Es muy importante recalcar esto, ya que no todos los proveedores que incluyen el CBD en su etiqueta ofrecen en realidad aceite de cannabis puro con contenido de CBD. No es infrecuente encontrar mezclas ocultas o productos adulterados para conseguir un precio más barato. Esto no nos parece aceptable, puesto que estamos hablando de su bien más preciado: su salud.
Por eso con nuestro producto le ofrecemos exclusivamente un aceite de cannabis puro y estandarizado en lo que respecta a la concentración de CBD natural que contiene. El increíble efecto del CBD ya se ha comprobado en numerosos estudios. El aceite de cannabis que utilizamos posee la certificación de la Unión Europea. Tampoco contiene ningún otro aditivo. Es vegano y vegetariano.
El porqué de esto es que nuestro "aceite de cannabis con CBD" se obtiene de plantas de cannabis sativa cuidadosamente seleccionadas. El procesamiento tiene lugar en Alemania conforme a los más estrictos estándares de calidad y seguridad.
Aviso: los suplementos alimenticios no deben utilizarse como sustitutos de una alimentación variada y equilibrada ni de un estilo de vida saludable.